
Su trabajo se distingue por una profunda conexión con los materiales en su estado natural, respetando su esencia y explorando sus posibilidades. Cada obra surge de una reflexión sobre los retos y enigmas de la vida cotidiana, utilizando papel, acuarela y barro para generar piezas que funcionan como puertas o ventanas hacia nuevas percepciones.
Su práctica artística se inscribe en el lenguaje del collage, construyendo cada pieza como un rompecabezas en el que elementos dispersos se ensamblan para formar un todo unificado. Un tema recurrente en su obra es la relación entre la geometría y la naturaleza, observando cómo los organismos crecen y generan patrones aparentemente irregulares, pero que siguen un orden preciso con una estética propia.
Esta exploración la ha llevado a experimentar con diversas técnicas, como el papel cortado, la superposición de capas, el collage, el tejido, el barro y la acuarela en escamas hilvanadas. Su trabajo busca transformar los materiales para evocar movimiento y elementos naturales, generando un juego visual en el que el papel simula ser tela, el barro se pliega como si fuera papel y las estructuras celulares se entrelazan en composiciones que sugieren un entramado orgánico.